miércoles, 22 de marzo de 2017

Una buena noche con Rulo y La Contrabanda en Madrid


¿QUÉ TE DUELA Y, A LA VEZ, TE HAGA FELIZ UN CONCIERTO ES POSIBLE?
SÍ, LO ES

Por Gaia Villa




La gran ventaja de tener cierta edad es que cuando estás frente a algo que realmente es auténtico las sensaciones y sentimientos son completos, ya sean buenos o malos, pero lo son.

Fue buena idea venir hasta aquí, era mi primera vez y sola, pero eso a una flor nunca le importa. Una onda expansiva y mística brotaba del hipnótico escenario de la mítica sala Galileo Galilei, que hasta ese momento era desconocida para mi. 
Con casi más de media hora de retraso y con la sorpresa e indignación en la misma cola de que sólo si reservaste te podías sentar en una mesa y sino te tenias que buscar la vida como pudieses según organización y camareros de la sala, salió al tendido tal cual torero un Rulo serio, un Rulo que lidera una Contrabanda honesta, sincera y directa que conecta con el público enseñando los pies y las palmas, sin cosas artificiales.

No es nada sencillo hacer magia pero algo dentro de mí se removió al.escuchar ese piano, algo familiar, algo que gritando de nuevo decía que no se iba a olvidar de nada por venir a Madrid. 
¡Nunca pudo empezar más acertado! 
Muy pocos nos la sabíamos, sólo los que desde hace años despertamos el corazón pulso a pulso con las míticas canciones de La Fuga.
Siguió con un paisaje sonoro de sabor antiguo y color de sueño que vuelve una y otra vez cuando se toca la clave perfecta. ¿Quién no querría alguna vez pisar "Venecia sin agua" ?

Volvimos a la actualidad con los temas de "El doble de tu mitad": un "Tu alambre" que levantó a la sala, seguido de "Me gusta" y "Me quedo contigo" que la mantuvieron arriba, pero, cuando llegó "No sé", la que no sabía dónde meterme era yo porque mis saltos llegaban hasta casi el techo. "M" quiso venir pronto y se quedó a nuestro lado con su particular locura...

Nada me hizo más feliz a mí que escuchar a Rulo presentar sus "Delirios locos", jamás la había vivido en concierto. Una buena ración de canciones tristes la siguieron con "Noviembre", "Buscando el mar", "A punto de colapsar" y "Mi pequeña cicatriz" en un sofá con tan sólo la luz de un foco la guitarra acústica y sus dos más amados contrabandistas Paty y Charly, poesía cantada con ganas de devorar la vida porque sí. 
"Objetos perdidos", "La flor II", "Descalzos nuestros pies" y "Cómo a veces lo hice yo" lo devolvieron al escenario. 
Y llegó de nuevo para quedarse sin decir nada, aunque no se acuerde ni de por qué estaba allí, la más querida, "La Reina del barrio", canción especial que siempre que la escucho no puedo evitar acordarme de alguien muy añorado que se fue pronto porque se acordó de que se dejó la sartén puesta en el cielo, olvidándose de apagar la llama que aquí dejó... Bastante herida me dejaste abuela, como para tirar también con las 
"Heridas del rock & roll" que Rulo me deja de vez en cuando. 
Tras una emoción visible y notoria de Rulo al cantarla, una "Fauna rara" se apoderó de la sala con un ritmo fresco, el cual no había escuchado hasta ahora, una versión graciosa que en mi opinión les ha quedado bien. 

Después de subir "32 escaleras", nuestra "Cabecita loca" cambió el ritmo a un estilo muy de Celtas Cortos que sonaba más a 20 de Abril que a la locuela cabeza... "El vals del adiós" nos hizo entender que aunque todo era alegría, esa mezcla de sonrisas y rock & roll se estaba acabando.

Un total de veintidós temas culminaron una noche especial para Rulito, un repaso completo y acertado en una discografía en la que es tarea imposible descartar sin lamentar. 
La banda tejió con elegancia cada canción, desplegaron las armonías entrelazadas de guitarras llenas de vida y feeling y las teclas del piano, las dulces teclas de más de una década, hicieron de más de una canción temas profundos y acuosos que se agitan en la memoria con turbia presencia.

En definitiva, un grandioso e íntimo concierto que hace las delicias de los que no hemos podido hacer el triplete, pero nos imaginamos cómo fue el de la Sala Siroco. 

Nuestra próxima cita será este Jueves 23 en el Wizink Center (Antiguo Palacio de los Deportes). Será el gran broche final a una semana de locura rulera en la madrileña capital con nuevo repertorio y artistas invitados. 
¡No os lo perdáis porque será algo espectacular! 

Nosotros no acabamos de terminar éste y ya estamos ansiosos de que llegue el jueves, porque, como dice Rulo, "hay que agradecer a la gente tan loca como está por apoyar y seguir haciendo música en directo, que hoy en día es algo que eso por desgracia se está perdiendo..."

¡Nos vemos en el siguiente!











Fotos también a cargo de Gaia Villa


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